No sé si el título de «ciudad más cara del mundo» es algo que se pueda reseñar como un punto positivo, aunque estamos acostumbrados a que nos lancen cada cierto tiempo un estudio o una lista con las urbes donde el coste de vida está por las nubes.
Ahora, con todos los problemas en la cadena de suministro y lo que estos conllevan, le ha tocado el sambenito a Tel Aviv, en Israel. Y por lo visto tiene cierta importancia, porque resulta que estos estudios los usan las empresas para deducir o calcular el coste de los «paquetes de reubicación» al contratar nuevos empleados. O eso dice The Economist.
La capital comercial de Israel, por tanto, es ahora más cara para vivir que las sospechosas habituales, que también están en la lista: París, Zurich, Singapur, Nueva York, Hong Kong, Osaka…
El tema es que el ya mencionado problemón en la cadena de suministro global, ha impulsado a algunas ciudades hacia arriba como un cohete. Por ejemplo, Teherán (la capital de Irán), ha subido al puesto número 29 en la clasificación. ¡Nada menos que 50 posiciones! Algo a lo que han contribuido también las sanciones internacionales.
Curiosamente, otros factores como el estímulo económico debido a la pandemia o el teletrabajo, han reducido el coste de vida en Estados Unidos o en Roma, que baja 16 puestos. De las ciudades griegas no dicen nada que yo vea. Pero en Thessaloniki sigue costando una cerveza sin alcohol entre 4 y 5€. Las cargas económicas del dejar de beber alcohol no te las cuenta el estudio.
